Una ayuda para tomar conciencia de la respiración

Una ayuda para tomar conciencia de la respiración

Para tomar conciencia de nuestra respiración es muy útil conocer mejor nuestra anatomía. Te enlazo los siguientes vídeos con el objetivo ayudarte a visualizar partes de la anatomía que nos suelen resultar desconocidas o tenemos una idea de su estructura diferente de la que es en realidad. El audio no es importante, lo que me gustaría que observaras con detenimiento son las imágenes. La primera parte importante en la respiración y una de las más desconocidas es el diafragma: Fíjate en que está totalmente «metido» dentro de la caja torácica y lo mucho que sube y baja mientras respiramos. Es una bóveda profunda en relajación (al final de la espiración) que se aplana en la inspiración y expande así las costillas hacia fuera y hacia delante. El segundo vídeo nos muestra los movimientos respiratorios de la caja torácica y su contenido en armonía: Fíjate en el movimiento conjunto de las costillas, el diafragma y los pulmones. En hueco que queda entre los pulmones y el diafragma, en el centro, está vacío en el vídeo pero en realidad está ocupado por el corazón, que descansa directamente sobre el diafragma y, por tanto, se mueve con él en la respiración. Te presento además un pequeño recopilatorio de imágenes que ilustran de nuevo el diafragma y la caja torácica. Toma nota de lo grande que es el diafragma (aunque es muy fino, algunos libros de anatomía dicen que tiene unos 3 mm de grosor). Se inserta siguiendo todo el reborde costal. Algo muy llamativo e importante es su inserción en las vértebras lumbares, hasta L2 y L3 (L3 y L4 en algunos textos). A esto lo llamamos pilares del diafragma y son clave por las relaciones que tienen con la arteria aorta y los músculos psoas, que relacionan la zona lumbar con la pelvis y los miembros inferiores. Los pilares del diafragma contribuyen a unificar el movimiento de toda la columna durante la respiración. En estos dibujos sorprende lo grandes que son y lo altos que llegan los pulmones. Puedes palpar tus primeras costillas justo detrás de las clavículas. Los pulmones llegan hasta esa altura. Por la espalda, la pleura alcanza las últimas vértebras dorsales. Sin embargo, por delante se quedan más altos de lo que solemos pensar, llegando sólo a la altura de la 6ª costilla en la espiración (un poco más abajo del pezón). Visualizar la dinámica de nuestra anatomía mientras respiramos es un ejercicio que nos aporta muchos beneficios. Nos sitúa en el momento presente y le da la oportunidad a nuestro cuerpo de soltar viejas tensiones al hacerlas conscientes. Es importante tomarse un tiempo para nosotros, relajarnos y observar nuestra respiración. Ahora que conoces un poco más sobre el...

Leer más

¿En qué consiste la Terapia Craneosacral?

¿En qué consiste la Terapia Craneosacral?

La Terapia Craneosacral nació como una parte de la Osteopatía, pero es tan completa que se ha convertido en una terapia en sí misma. El sistema craneosacral engloba el Sistema Nervioso Central y los huesos y membranas que lo protegen y rodean. La parte que lo hace una unidad funcional estructuralmente es la duramadre, que es la meninge más externa. Imagina un globo que tapiza por dentro tu cabeza (rodeando el encéfalo) y un tubo que rodea toda la médula espinal hasta el sacro. Todo ese tejido continuo tiene unas zonas en las que se ancla más a los huesos: en el sacro, en las cervicales altas y en el cráneo, especialmente en el agujero occipital. Por eso llamamos al conjunto sistema craneosacral. Del sistema craneosacral parten unos movimientos rítmicos que se trasmiten a todo el cuerpo. Cualquiera los puede percibir con una palpación suave y un poquito de entrenamiento. Es lo que llamamos “escucha”. Estos ritmos han de expresarse libremente en todo el cuerpo. Cuando un tejido corporal no los expresa es porque tiene una restricción, un bloqueo, que puede deberse a un traumatismo físico, factores emocionales y mentales, toxicidad (fármacos, alimentación), etc. Lo que hacemos en Terapia Craneosacral es crear las condiciones apropiadas para que el cuerpo, que tiene una sabiduría infinita, libere él solito las restricciones. Por eso el terapeuta no dirige la sesión, sino que respeta y acompaña en todo momento las prioridades del sistema. De esta forma el trabajo es muy profundo, abarcando todos los aspectos de la persona, pero a la vez muy suave y seguro. Y como es el sistema el protagonista, el tratamiento es personalizado y cada sesión es completamente única. La sesión se desarrolla con el terapeuta colocando sus manos suavemente en contacto con distintas zonas del cuerpo y la persona que recibe la terapia comunicando las sensaciones que va teniendo, para ayudar así al proceso. Suele ser profundamente relajante.   Sonia de Diego Babarro Fisioterapeuta y Osteópata Terapeuta...

Leer más

El momento presente

El momento presente

Muchas veces nos hablan de que hay que estar en el momento presente, pero ¿sabemos realmente qué significa eso? Voy a poner un ejemplo: te encanta pintar cuadros. Una tarde de repente sientes la necesidad de ponerte delante de un lienzo, coger tus óleos y pinceles y entregarte al arte. ¡Y lo haces! Entonces ocurre algo mágico: te metes de tal manera en lo que estás haciendo que pierdes la noción del tiempo, lo disfrutas, no hay otra cosa en el mundo, incluso tienen que repetir tres veces tu nombre antes de que te des cuenta de que te están llamando. De una manera natural y sin proponértelo, sin ningún esfuerzo, estás completamente en el momento presente. El psicólogo Mihály Csíkszentmihályi lo llamó “fluir”. No me malinterpretes, no quiero decir que uno tenga que aislarse del entorno para estar en el momento presente, más bien al contrario. Lo que me interesa es el estado de tu mente en ese momento creativo. Apenas hay pensamientos, la atención está libre de una manera natural y no forzada, se mueve por el lienzo, el pincel y los colores sin que tengas que pensar cómo se hace o cómo quedaría mejor. Simplemente lo sabes y lo haces. Se fusionan la acción y la consciencia. Y disfrutas enormemente. En ese rato que pintas completamente embebido en lo que haces no hay recuerdos que te entristezcan ni ansiedad por los resultados. Lo primero sería estar en el pasado y lo segundo en el futuro. Estás en el momento presente. Obviamente no todo el rato podemos hacer esas cosas que nos apasionan y nos llevan a ese estado, pero sí podemos educar nuestra mente para que se centre en el momento presente, al menos de manera periódica (recordárnoslo de vez en cuando). ¿Cómo? Hay una parte de nosotros que siempre está en el aquí y el ahora: es nuestro cuerpo. Simplemente dejando que toda nuestra atención se centre en nuestra respiración unos segundos estamos cortando el flujo incesante de pensamientos. Observando cómo es nuestra postura estamos en este segundo preciso, no en el próximo ni el anterior. AHORA. ¿Y qué beneficios tiene esto? Bueno, no voy a desvelarlo todo, ésta es una de esas cosas que uno tiene que descubrir por sí mismo, pero daré una pista: es ahora cuando puedes cambiar las cosas. El futuro sólo existe en tu imaginación. Al pasado sólo puedes volver rememorándolo. Si estás tenso mientras haces una de esas tareas cotidianas en casa o en el trabajo, ven al momento presente, observa tu respiración, tu postura… Tienes la posibilidad de cambiarlas. Y es muy probable que cambiándolas cambies tu estado de ánimo. Y entonces también cambian tus pensamientos. Y quizá esa tarea salga mejor. O te des cuenta de que necesitas unos minutos de descanso. ¿La conclusión? Has tomado las riendas de ese momento. Has dejado de ser un autómata dirigido por… ¿quién? (ésa es pregunta...

Leer más

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD

Hace unos días me topé por casualidad con estas palabras de Charles Chaplin y no puedo dejar de leerlas… Pocas veces unas cuantas líneas albergan tanta verdad. Y además resumen un montón de temas que son importantes para ser feliz: el dejarse llevar por la vida, el respeto hacia uno mismo y los demás, el dejar de resistirse ante los cambios y entender que siempre se saca algo positivo hasta del momento más duro, que la vida es más sencilla de lo que creemos, que es crucial aprender a vivir el “aquí y ahora”… Es bonito ver cómo a cada persona le “resuena” más una frase que otra. Y seguramente ésa sea la que necesita uno “trabajarse” más en ese momento. Enlazo con el tema de mi post anterior y os sugiero que tratéis de notar qué frase os provoca más sensaciones corporales (nudos, hormigueos, tensión, sensación de vacío, etc. en cualquier parte del cuerpo) y la escribáis en un papel para llevar en el bolsillo o poner en el espejo o algún otro sitio a la vista, para que la leáis todos los días durante una temporada y cada célula de vuestro cuerpo reciba el mensaje. Mejor aún si la convertís en una afirmación en presente, empezando por “cuando me amo de verdad…”. Es una buena manera de empezar cambios en nosotros mismos, porque muchas veces no tenemos ni idea de cómo hacerlo. Pues hasta el paso más pequeño puede empezar un largo y productivo camino. Ya me contaréis… CUANDO ME AMÉ DE VERDAD “Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… AUTOESTIMA. Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… AUTENTICIDAD. Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… MADUREZ. Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona sólo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… RESPETO. Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… AMOR HACIA UNO...

Leer más