CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
Hace unos días me topé por casualidad con estas palabras de Charles Chaplin y no puedo dejar de leerlas… Pocas veces unas cuantas líneas albergan tanta verdad. Y además resumen un montón de temas que son importantes para ser feliz: el dejarse llevar por la vida, el respeto hacia uno mismo y los demás, el dejar de resistirse ante los cambios y entender que siempre se saca algo positivo hasta del momento más duro, que la vida es más sencilla de lo que creemos, que es crucial aprender a vivir el “aquí y ahora”…
Es bonito ver cómo a cada persona le “resuena” más una frase que otra. Y seguramente ésa sea la que necesita uno “trabajarse” más en ese momento. Enlazo con el tema de mi post anterior y os sugiero que tratéis de notar qué frase os provoca más sensaciones corporales (nudos, hormigueos, tensión, sensación de vacío, etc. en cualquier parte del cuerpo) y la escribáis en un papel para llevar en el bolsillo o poner en el espejo o algún otro sitio a la vista, para que la leáis todos los días durante una temporada y cada célula de vuestro cuerpo reciba el mensaje. Mejor aún si la convertís en una afirmación en presente, empezando por “cuando me amo de verdad…”. Es una buena manera de empezar cambios en nosotros mismos, porque muchas veces no tenemos ni idea de cómo hacerlo. Pues hasta el paso más pequeño puede empezar un largo y productivo camino. Ya me contaréis…
CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
“Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… AUTOESTIMA.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… AUTENTICIDAD.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… MADUREZ.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona sólo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… RESPETO.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… AMOR HACIA UNO MISMO.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… SIMPLICIDAD.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… HUMILDAD.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… PLENITUD.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… ¡SABER VIVIR!
No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.”
¡Gracias, Mr Chaplin!
Sonia de Diego Babarro
Fisioterapeuta y Osteópata
Terapeuta Craneosacral Biodinámica
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