Relajación para niños

Publicado por el 25 Nov, 2015 en Psicología, Varios | 0 comentarios

Relajación para niños

La relajación no sólo es para mayores. Es una actividad que bien aplicada y atendiendo a la población con la que vayamos a tratar, puede ser muy gratificante para nuestra vida diaria.

 

Pero ¡OJO! No es la misma técnica para la población adulta que para los más pequeños de la casa. En este caso, vamos a explicar en qué consiste una relajación para niños de una forma lúdica dónde los padres puedan acompañarles en ese momento y así predisponer a que sea una actividad positiva –ya que lo es- para ambos.  ¡Algunas sugerencias!

  • Como objetivo, debemos tratar de conseguir que los niños asocien tensión con incomodidad y relajación y bienestar con comodidad, por ello deberán estar tumbados en un lugar cómodo (como la cama y el sofá), con ropa adecuada.
  • Debe evitarse el aburrimiento o el cansancio, por lo que el número de grupos musculares a trabajar se decidirá en función de la evolución del pequeño para que la actividad no resulte tediosa.
  • ¿Con cuántos años puede el niño realizar la relajación? La que vamos a describir a continuación, desde que los niños son capaces de comprender y ejecutar unas pautas hasta los once/doce años.
  • ¡Para que sea más divertido para ellos! Podemos elegir una melodía con la que el niño se sienta cómodo, que le guste, para predisponerle de forma positiva al ejercicio.

La técnica específica que vamos a describir es la llamada Técnica de relajación Koeppen, que es un ejercicio muy completo pues, además de perseguir la propia relajación, consigue que los niños sean capaces de reconocer su propio cuerpo y las distintas emociones.

 

Es importante que los niños sepan la utilidad del ejercicio, y la explicación se realiza a partir de emociones y estados de ánimo que saben reconocer: “cuando estás nervioso, cuando te enfadas, cuando no puedes dormir… notas cómo tus músculos se tensan sin darte cuenta, y eso te hace estar muy incómodo. Si consigues aprender a relajarte, cuando estés nervioso podrás controlar esa tensión y te irás sintiendo mejor.”

 

Una vez que el niño haya comprendido lo anterior, entonces, y solo entonces podremos comenzar con el ejercicio. ¡Vamos a ello!

 

El objetivo es que, planteado a modo de juego, los niños sean capaces de tensar y relajar los diferentes grupos musculares. A través de elementos cotidianos que vamos a imaginar/visualizar,  vamos a conseguir que los niños hagan una relajación completa.

 

Vamos a citar los elementos con los que contamos y describir de una forma muy resumida en qué consiste cada elemento.

 

  • El juego del limón para MANOS Y BRAZOS.

limón

A través de repeticiones haciendo que exprimes un limón para sacarle todo el jugo y después soltándolo, se produce la tensión-distensión de los músculos.

 

  • El gato perezoso para BRAZOS Y HOMBROS. 

Gato perezoso

A través de repeticiones haciendo que te estiras como un gato perezoso conseguiremos la tensión-distensión de este grupo de músculos.

 

  • La tortuga que se esconde para HOMBROS Y CUELLO.

 tortugaEsta tortuga está tan tranquila hasta que siente una señal de peligro por lo que va a tener que esconderse en su caparazón (tensión).

¡FALSA ALARMA! Vuelve a salir de tu caparazón (distensión).

 

  • Jugando a un chicle enorme para MANDÍBULA.

chicle

 

¡Es un chicle enorme! Por lo que habrá que morderlo con todos los músculos del cuello, con la mandíbula para poder conseguir masticarlo bien. Menos mal que llega un momento que el chicle desaparece…pero no te confíes que luego vuelve a aparecer.

 

  • La mosca pesada para CARA, NARIZ Y FRENTE.

mosca Una mosca muy molesta ha venido a meterse contigo y se ha posado en tu nariz. Tratas de espantarla pero no puedes usar las manos. Es un poco complicado. Intentas echarla arrugando tu nariz, todo lo que puedas, lo más fuerte posible. ¡Vamos, tú puedes echarla! Fíjate que cuando arrugas tu nariz, las mejillas, la boca y la frente también se arrugan, también se ponen tensos. Menos mal, que luego se va…

 

  • Jugamos con nuestro ESTÓMAGO. 

elefante

Estás tumbado panza arriba en la hierba, dándote el sol en la cara, pero de repente oyes un estruendo y es que se acerca un elefante enorme que no mira ni por dónde pisa; avanza velozmente por lo que no tienes tiempo de escapar. La única solución es poner el estómago duro como una piedra para estar protegido de la pisada del elefante. ¡A punto ha estado de pisarte! Tranquilo, ha salido corriendo en otra dirección, ya puedes relajar el estómago…

 

valla ¡Ahora estás muy curioso! Te apetece entrar a un estanque para darte un bañito, pero para ello hay que atravesar una valla muy estrecha; es complicado pero vamos a intentarlo, la única forma de hacerlo es meter tu estómago todo lo que puedas. Hacerlo tan delgadito que consigas que tu cuerpo consiga atravesar la valla. ¡Lo has conseguido! Ya puedes relajarlo.

 

  • Caminamos por el barro para PIES Y PIERNAS. 

caminar barro

Ahora eres un gran explorado caminando por la jungla y de repente te encuentras con un barrizal, que, como gran explorador que eres, quieres meter tus pies. A medida que vas andando el barro se hace cada vez más duro… utiliza la fuerza de tus pies y tus piernas para ayudarte a salir del lodo. ¡Lo has conseguido! Deja de ejercer fuerza y a relajarse.

 

 

Este es un breve resumen de la relajación. Ayudados por estas historias, nos adentraremos en una actividad lúdica muy interesante donde los niños, como podéis ver, no van a aburrirse.

 

Veremos que es cuestión de perseverancia y continuidad para conseguir los resultados que nos proponemos; no obstante, en este caso, seguro que es fácil ser constantes dado que somos tortugas, gatos perezosos, exploradores, comemos un chicle enorme y nos bañamos en un estanque.

 

Salud y buena relajación.

 

Mar Argüello Arbe

Psicóloga especialista en niños y adolescentes

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