DISFUNCIÓN DE LA ATM
La articulación temporomandibular (ATM) es muy poco conocida pero de gran importancia para el cuerpo humano ya que nos permite masticar, morder, hablar, respirar, etc. Es la articulación donde la mandíbula se articula con el hueso temporal del cráneo, delante del oído y en cada lado de la cabeza. Se puede localizar poniendo los dedos delante de cada oído y presionando firmemente al abrir y cerrar la boca: el movimiento que sentirás ocurre en cada ATM. Es una articulación muy compleja, que permite movimientos de apertura/cierre y desviaciones laterales. Posee un menisco, cuyo buen funcionamiento depende en gran medida de la musculatura. Cuando esta articulación falla, nos genera una serie de síntomas, como son: – Dolores de cabeza y cervicalgias. – Zumbidos en el oído y vértigos. – Dolores de oído y de la zona de la ATM. – Desviación lateral de la mandíbula a la apertura de la boca. – Disminución de la apertura de la boca. – Crujidos articulares. Para saber si tienes un problema en estas articulaciones, puedes hacerte la siguiente prueba: abre la boca y trata de introducir juntos los dedos índice, medio y anular en sentido vertical entre los dientes. Si no hay espacio suficiente para hacerlo, seguramente tus ATMs necesitan una revisión. Otra prueba es la desviación a la apertura de la boca: consiste en observar delante de un espejo si al abrir la mandíbula se nos desvía hacia un lado. Uno de los problemas más comunes son las contracturas a nivel de la musculatura masticadora. Se pueden producir por el hábito repetitivo de apretar o rechinar los dientes (bruxismo) tanto de día como de noche. Puede ser una respuesta al estrés o como parte de un desorden del sueño. Éstos pueden cansar a los músculos y hacer que se espasmen. Con el tiempo, los problemas musculares persistentes pueden afectar a las articulaciones y producir una disfunción a nivel de la ATM. También la relación del engranaje de los dientes determina la posición cerrada de la ATM: una mala oclusión dental es generadora de espasmos musculares, de trastornos mecánicos y, por tanto, de dolores. La mala postura puede también ser un factor importante en la ATM. Por ejemplo, mantener la cabeza hacia adelante todo el día mirando a la pantalla del ordenador tensiona los músculos de la cara y el cuello. Tener los hombros “redondeados” hacia delante suele estar asociada a la posición anteriorizada de la cabeza, y producir las mismas tensiones. El tratamiento manual de la ATM da buenos resultados, aunque lo más recomendable casi siempre es un tratamiento pluridisciplinario de cooperación entre el fisioterapeuta, el osteópata y el odontólogo. Aquí podéis ver un vídeo del movimiento de apertura y cierre...
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